Wednesday, February 14, 2007

Amar es . . .

Amar a alguien es intentar conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus defensas; contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus debilidades, sus sueños y alegrías, su dolor y sus anhelos; es comprender que detrás de su coraza, se encuentra un corazón sensible y solitario, hambriento de una mano o un hombro, sediento de una sonrisa sincera con la que pueda sentirse en paz; es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que a veces vive son el producto de su ignorancia y su inconsciencia, y darte cuenta de que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede confiar ni siquiera en sí mismo; es descubrir y valorar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente sus virtudes.

Amar a alguien es brindarle la oportunidad de ser escuchado con profunda atención y sobretodo sincero interés; aceptarlo sin pretender cambiarlo, sólo comprenderlo; ofrecerle un espacio en el que pueda descubrirse sin miedo a ser juzgado, en el que sienta la confianza de abrirse sin ser forzado a revelar aquello que considera privado; es reconocer y mostrar que tiene el derecho de elegir su propio camino, aunque éste no coincida con el tuyo; es permitirle descubrir su verdad interior por sí mismo, a su manera: apreciarlo sin condiciones, sin juzgarlo ni reprobarlo, sin pedirle que se amolde a tus ideales, sin exigirle que actúe de acuerdo con tus ideas; es valorarlo por ser quien es, no por como tú desearías que fuera; es confiar en su capacidad de aprender de sus errores y de levantarse de sus caídas más fuerte y más maduro, y comunicarle tu fe y confianza en su poder de ser la mejor versión de su ser.

Amar a alguien es atreverte a mostrarte indefenso, sin poses ni pretenciones, revelando tu verdad honesta y transparente; es descubrir frente al otro tus propios sentimientos, tus áreas vulnerables; permitirle que conozca al ser que verdaderamente eres, sin adoptar actitudes falsas para causar una impresión; es compartir tus deseos y necesidades, sin esperar que convierta en su misión el saciarlas; es expresar tus ideas sin pretender convencerlo de que son correctas; es disfrutar del gozo de ser tú mismo frente al otro, sin pedirle reconocimiento alguno, y así, irte encontrando a ti mismo en facetas siempre nuevas y distintas; es ser veraz, y sin miedo ni vergüenza, decirle con la mirada sincera, "este soy, en este momento de mi vida, y esto que soy con gusto y libremente, contigo lo comparto... si tú quieres recibirlo".

Amar a alguien es disfrutar de la alegría de poder comprometerte voluntariamente y participar en forma activa, mas no intromisoria, en su crecimiento personal; es creer en él cuando duda de sí mismo, contagiarle tu vitalidad y tu entusiasmo cuando está por darse por vencido, apoyarlo cuando flaquea, animarlo cuando titubea, tomarlo de las manos con firmeza cuando se siente débil, confiar en él cuando algo lo agobia y acariciarlo con dulzura cuando algo lo entristece, sin dejarte arrastrar por su desdicha; disfrutar del día presente por el simple gusto de estar juntos, sin ataduras ni obligaciones, por la espontánea decisión de amarle libremente.

Amar a alguien es ser suficientemente humilde como para recibir su ternura y su cariño sin pretender que nada necesitas; es aceptar con gusto lo que te brinda sin exigir que te dé lo que no puede o no desea; es agradecerle a Dios su existencia y sentir en su presencia una auténtica bendición en tu camino; es disfrutar de la experiencia sabiendo que cada día es una aventura nueva y el mañana, un misterio rico y perenne; es vivir cada instante como si fuese el último que puedes compartir con el otro, de tal manera que cada reencuentro sea tan intenso y tan profundo como si fuese la primera vez que lo tomas de la mano, haciendo que lo cotidiano sea siempre una creación distinta.

Amar a alguien es atreverte a expresar tu cariño espontáneamente a través de tu mirada, de tus gestos y sonrisas; de la caricia firme y delicada, de tu abrazo cariñoso, de tus besos, con palabras francas y sencillas; es hacerle saber y sentir cuánto lo valoras por ser quien es, cuánto aprecias sus fortalezas interiores, aún aquellas que él mismo desconoce; es ver su potencial latente y colaborar para que florezca la semilla que se encuentra dormida en su interior; es hacerle sentir que su desarrollo personal te importa sinceramente, no por ti, pero por él, y que cuenta contigo; es permitirle descubrir sus verdaderas capacidades y alentar su posibilidad de dar todo lo que puede; es develar ante sus ojos el tesoro que lleva dentro y cooperar de mutuo acuerdo para hacer de esta vida una experiencia más rica y más llena de sentido.

Amar a alguien es también atreverte a establecer tus propios limites y mantenerlos con firmeza; es tener tanta confianza en ti mismo y en el otro, que sin temor a que la relación se perjudique, te sientas en libertad de expresar tu enojo sin ofender al ser querido, y puedas manifestar lo que te molesta e incomoda sin intentar herirlo o lastimarlo. Es reconocer y respetar sus limitaciones y verlo con aprecio sin idealizarlo; es compartir y disfrutar de los acuerdos y aceptar los desacuerdos, y si llegase un día en el que evidentemente los caminos divergieran sin remedio, amar es ser capaz de dejarlo ir y despedirte en paz y en armonía, de tal manera que ambos recuerden con gratitud los tesoros compartidos.

Amar a alguien es encontrar tu propia felicidad en la suya; es verle como un libro de infinitas páginas que que día a día disfrutas leyendo y siempre te encuentras esperando que llegue el momento de volverla a ver, fascinado con lo que vendrá con la siguiente página; es estar con esa persona, tanto en los días soleados como en los lluviosos, y así, cuando los tiempos malos lleguen, porque siempre llegan, los encuentren preparados, de la mano y en pie, porque es más fácil resistir, cuando una mano un hombro, un ser, está ahi contigo, siempre y para siempre.

Le agradezco a Dios cada día por haberme dado a quien amar y que me ame. Y le pido perdón también todos los días por mis errores y las oportunidades que dejé pasar, las sonrisas que negue compartir, las lágrimas que estupidamente provoqué. El post de hoy, día del amor, es indiscutidamente para el amor de mi vida. Mi compañera, mi alegría, mi roca, mi guía en la oscuridad, la mano siempre tendida cuando caigo, la sonrisa sincera siempre que la tristeza me agobia. Disculpa mis errores o traspies. Disculpa cuando pido más de lo que doy. Y gracias por saber amarme, gracias por estar siempre a mi lado y gracias, infinitas gracias por ayudarme a crecer.

Feliz día del amor y la amistad a todos. Y no olviden hoy y todos los días NO DECIRLE A SUS PAREAS CUANTO LAS AMAN. Dejen que lo sientan. Hagan que lo sepan sin necesidad de que se lo digan. Un “te amo” es tácito, cuando existe un verdadero amor.

Recomenzar

Siempre he escuchado que la vida no se trata de los éxitos. Que lo más importante en la vida son los fracasos, porque de ellos aprendemos, pero que es importante no dejar que se nos hagan un hábito. Y ahi radica el problema. Muchas veces sin darnos cuenta, nos acostumbramos al fracaso, se hace un hábito, y pueden llegar a parecer tan cotidianos, que nos engañamos creyendo que son parte de nuestra vida, que no podemos aspirar a mas, y nos engañamos haciendonos creer que es normal, que todos lo hacen, o que es como somos. Como cuando te acostumbras a ser gordo y crees que no puedes bajar de peso, y piensas que la gordura es hermosura, o cuando te va mal en los estudios y crees y pretendes hacer creer a los demás, que eres malo para los números, para las letras, para el estudio; o peor aún te dejas estar, y pretendes que la razón de tu fracaso es sólo que no diste tu 100%, que si lo hicieras, seguramente estarías entre los primeros, pero el asunto está en que nunca lo haras, porque tienes miedo de ver qué pasa cuando das tu 100%, sientes miedo de sentir el techo; mejor es imaginarlo muy arriba, y pretender que no te interesa acercarte a él. Pero a veces, por pequeños instantes, segundos, te invade la duda sobre qué tan bajo puede estar. Y esos son sólo algunos ejemplos, están tambien los alcohólicos y drogadictos que anhelan dejar atras su vicio, estan los mitómanos, que quisieran dejar de inventar mundos imaginarios solo para poder sentir que encajan, estan los infieles, los vagos, e incluso los adictos al trabajo que lo ponen antes que a su familia. No te llenes de excusas, porque lo que mucho dices, siempre acabas creyéndotelo.
Una persona fuerte e integra se hace responsable de su vida, aun cuando alguna situación no sea su responsabilidad, pues el corazón le dice que si quien debe hacerlo no lo hace, él debe dar un paso adelante. Pero eso no lo más dificil. Más dificl aun es hacerte responsable de tus propias acciones. Muchos quisieramos cambiar el mundo, y no nos damos cuenta que el primer paso está en cambiar nosotros mismos. Para seguir avanzando en la vida, tenemos que tan sólo una vez mirar atrás, analizar lo pasado, apredenr de él, y luego dejar de mirarlo y tan sólo mirar hacia adelante. Lo único bueno del pasado es lo que aprendimos, y lo que atesoramos como preciado recuerdo, y esas dos cosas debes hacerlas parte de tu ser, y parte por ende, de tu presente. De nada sirve mirar atrás, eso sólo nos detiene y nos pone en peligro de vivir en el pasado, en alguna peligrosa zona de confort, un lugar en el que “nos sentimos seguros”. Pero nada que no podamos controlar (y son muy pocas las cosas que podemos controlar) es seguro. No podemos confiarnos en que todo siempre será igual. Sólo podemos seguir avanzado, aun si nos sentimos vulnerables. Puede que en ocasiones no te sientas capaz de dar un paso más, y te veas tentado a regresar a toda prisa a tu zona segura, pero debes dar ese paso, porque es asi como crecemos. Y finalmente crecer es lo que más importa.
Y está en ti el cambio, está en ti el cambiar de runbo, porque nadie mas lo hará por tí. Nadie más pedirá perdón a las personas que ofendiste o heriste, nadie mas buscará tu rumbo por ti, ni crecerá por ti. Tú mismo debes hacerlo. Y tú mismo debes aprender que el fracaso no está en la derrota, en la caida o en llegar en segundo o ultimo puesto. El fracaso está y siempre estará en no intentarlo, y en salir de un bache en la vida sin haber aprendido nada. No sigas pensando en lo que puedes hacer. Hazlo! No temas eequivocarte porque el que nunca se equivoca es el que nunca toma riesgos ni persigue oportunidades, y esa persona, realmente no está viviendo.
No te preocupes por el tiempo más de la cuenta. Que no te detenga el que pienses que tomará demasiado tiempo rehacer tu vida. Nada toma más tiempo que el no hacer nada. No te detengas porque pienses que es demasiado tarde, o porque pienses que aun tienes mucho tiempo y la vida por delante. Ninguna edad o época de la vida, ninguna circunstancia o suceso en la vida, tiene supremacía sobre los demás. ¡Cualquier momento es bueno para recomenzar!

"Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio."

Thursday, January 18, 2007

Del amor y las parejas

Conversación de una pareja en el bus.


- ¿Qué sientes por mi? – dijo ella de pronto luego de que él le asegurara por tercera vez que lo que decía él era totalmente la verdad..
- ¿Cómo que qué siento? – respondió él con un tufillo de desatención mezclado con incomodidad. - ¿No sabes acaso que te quiero?
- ¿Lo sé? ¿Por qué piensas que lo sé?
- Porque te lo he dicho miles de veces pues.
- Me hubiera gustado que respondieras, porque te lo he demostrado mil veces. Y ese creo que es el problema. Estuve pensando mucho este fin de año, y me dije a mi misma que este año iba a ser de acciones y no solo de ideas o palabras. Mi vida se ha convertido en un cerro de ideas, planes, proyectos, sueños, pero sólo eso. No he concretado nada aun. Y eso pretendo hacer este año, y te veo a ti, nos veo a nosotros, y siento que nuestra relación está llena de esos sueños, esos planes que hacemos, esas metas que nos trazamos, pero que al final se quedan en eso.
- ¿Cómo que sólo se quedan en eso? – Se comenzaba a sentir indignación en su tono. - ¿Acaso no he hecho todo lo que dije que iba a hacer? ¿Acaso no trabajo cual burro? ¿Y encima me insinuas que no te quiero?
- Ya te ofendiste y comienzas a exasperarte. ¿Sabes que ese es indicativo de que algo ocultas o a algo le temes?
- ¿De donde diablos ahora resultamos con que te estoy ocultando algo? A ver, dime, ¿qué te estoy ocultando? ¿Qué no te he dicho?
- Contigo realmente nunca se. Y he escogido muchas veces hacerme de la vista gorda, pero hay días en que sencillamente no puedo. Cada domingo en misa escojo renovar en mi silencio mis votos. Le pido a Dios me de paciencia, me de fuerzas para entenderte, para perdonarte, para. . .
- ¿Para perdonarme? – interrumpió él indignado. ¿No se supone que ya me habías perdonado? ¿Qué debo hacer? ¿Hacer que me crucifiquen para ganarme tu cariño?
- No insultes mi fe.
- No me insultes tú a mi.
- Nadie te ha insultado. Sólo te digo lo que siento.
- Pero es que me sacas ese trapito a cada rato. Ya cánsate. Se suponía que ibamos a reiniciar nuestra vida, pero sigues y sigues con eso. Me equivoqué. Lo acepté. Hice algo malo, aunque lo hice por una buena razón, pero . . .
- Ese es tu problema. Te justificas, le encuentras siempre excusas a tus acciones. Jamás aceptas que realemnte la fregaste. No aceptas que realmente jodiste todo. Dices, si, disculpame, me equivoqué, pero es sólo de la boca para afuera, pero dentro tuyo estas diciendote, “aunque mis intenciones fueron las mejores” o “realmente no todo fue mi culpa . .” Ya madura.
- Ahora soy inmaduro.
- ¿Ves? Te quedas en la superficie. ¿Eso es lo que más te preocupa de lo que he dicho? Si no ves los errores en ti, si no ves la raiz del problema en ti mismo, jamás se solucionaran las cosas, porque andas culpando al resto de todo lo malo que te pase, y entonces buscas las solucioens fuera, en otras circunstancias, en otras personas, y no donde debes, dentro de ti. En ti está el problema y la solución también.
- Ahora resulta que soy un problema.
- ¿Qué? ¿Sabes qué? Avisame cuando crezcas, contigo no se puede . . .
- Ya ya, está bien. Tienes razón. Pero realmente me da colera que no valores lo mucho que te quiero y aprecio. ¿Acaso soy de los que olvidan un aniversario? Nunca he dejado de sorprenderte con un regalito, unas flores, o una salida romántica. Siempre te demuesto mi amor.
- Corazón, mil veces te he dicho que el amor no solo son tarjetas, flores o amaneceres romanticos. Esa es la parte fácil y superficial del amor. No es real. Es pasajero. Se trata de hacer las cosas que haces sin que te las pidan, las cosas que detestas pero igual haces por tu pareja, es saber ser un amigo . .
- Pero . .
- No – le dijo ella tapándole la boca con la mano – es saber también callarse y escuchar. Yo te amo. Con todo mi ser. Pero tengo miedo y estoy llena de dudas y sólo tú puedes darme la paz que debe ir unida a este amor. Al final no puedo decirte que es el amor, tu debes sentirlo por ti mismo, pero sí puedo decirte que esos detalles por muy lindos que son, no lo son.
- ¿Tan miserable te sientes?
- Miserable es una palabra tan fea . .
- Pero es la correcta. . . ¿no?
Esbozó ella un intento de sonrisa, con los ojos ya humedecidos. Parecía sentirse rendida. Parecía estar por dentro de rodillas, con los brazos abiertos, en parte esperando el golpe final, en parte rogándole a Dios por una luz.
- ¿Sabes? – Dijo él luego de unos minutos de silencio. – Cuando nos casamos y comencé a ir a misa contigo, la verdad es que me sentía incómodo. Crecí en un hogar católico aunque no practicante, como sabes, pero realmente jamás en mi vida sentí la presencia de Dios. No sabía realmente como iría a decirle a mis hijos, “Sí, Dios existe”, si yo tenía mis dudas. No sabía como hablarles de un Dios que está en todos lados, cuando no lo veía por ningún lado.
- ¿A qué viene todo esto? ¿Por qué te sales del tema si . .
- No me salgo del tema. Nunca me he salido del tema. El tema, aunque no parezca, está presente en cada momento de mi vida. Porque me siento muchas veces no valorado, porque siento otras tantas que no te valoro. Porque siento muchas veces que no hemos podido superar aquello que nos separó una vez, y no sé si alguna vez podremos.
- Con esa mentalidad definitivamente no lo haremos.
- No es que piense en forma pesimista. No es que me rinda. Es que me descorazono, es que en situaciones como esta me siento sin fe.
- La fe nunca la pierdes. La fe está en ti.
- El problema me parece no es tener fe. El problema es tener razones para mantenerla.
- Amor, yo tengo fe en ti – le dijo ella rodeando sus cachetes con las palmas de sus manos, dejando que sus lagriams emaparan sus manos.. – Siempre la he tenido. Si no la tuviera, no me habría casado contigo. Y tengo fe en que Dios, ni yo ni nadie mas, te ayudará a encontrar y sacar toda esa fuerza que llevas dentro. Porque la tienes, porque no necesitas que nadie te la dé o regale, está en ti. Yo la veo. Quisiera que tu la vieras.
- Ahora cuando voy a misa, las cosas son diferentes. Realmente sé que Dios está ahi, aunque sigo creyendo que está en todos lados y no solo en misa . .
- No te vas a escapar de ir conmigo a misa todos los domingos con esa teoría . le dijo ella sonriendo.
- No quiero tampoco. Pero lo que decía es que cuando te veo, cuando siento que me amas, cuando siento lo que siento contigo, sé que Dios está ahi, puedo sentirlo. .
- Y Dios tiene misteriosas formas de manifestarse, ya sabrá él cuando y cómo manifestarse a ti. Darte esa experiencia de Dios que te falta.
- Ya lo hizo. Tú eres mi experiencia de Dios. Sé que Dios te puso en mi camino. No como una misión para ti, pero si para yo poder ver en tu amor, su amor, para ver en tu luz y fuerza las suyas.
- “No seas floro”, le dijo ella sonriendo y empujándolo suavemente, aunque no pudiendo evitar que los ojos se le humedecieran.
- No es floro. Créeme.
- Te creo.
- Voy a hacerte la mujer más feliz del mundo, tartaré de aprender de mis erroes, trataré de mejorar, de ser más abierto, de compartoir todo contigo. Me esforzaré por llevarte a ti y a nuestros hijos lo más alto que se pueda. Tengan lo mejor.
- ¿Qué tan lejos quieres llegar?
- No lo sé, pero si es contigo, sea donde sea que lleguemos será la distancia correcta.
- Eso es verdad, y disfrutaré mucho del trayecto, sin preocuparme mucho del destino final. Mientras mantengamos el rumbo, todo está bien. Te lo aseguro.
- Ya casi llegamos. En el siguiente paradero bajamos.
- ¿Por qué bajar? Quiero que continúe este viaje mucho más. – dijo ella antes de abrazarle y besarle.


Si se pudiera definir a algo como la más importante, lo vital. Aquello que nunca debe faltar en una pareja, eso sería la verdad. la verdad debe estar presente en todo. A la hroa de manisfestarse su cariño. A la hora de manifestarse sus angustias, enojos, desencatos preocupaciones, etc. También debe estar presente a la hora de definir el camino que seguiran, sus repsonsabilidades, sus metas, sus sueños. A la hora de comunicarse. Porque no solo debe haber comunicación, sino que esta debe ser sincera. Sin guardarse nada. Asi fuera con las mejores intenciones del mundo. Y debe haber también fe. No solo en Dios, que es importante, sino en ellos mismos. El uno con el otro. Si hay eso. Entonces no hay de que preocuparse, solo hay que ser constantes, hay que aprender de los errores, hay que ver a la pareja al lado, de la mano, caminando juntos, para que cuando uno tropiece esté el otro para darle una mano y seguir andando, para que cuando uno seinta el cansancio, esté el otro para cargarlo un tramo y seguir andando, para cuando vayan cumpliendo sus metas estén juntos para celebrarlas ys eguir luego andando, para cuando hayan trsitezas, esten para consuolarse y animarse, para seguir andando. Y asi, andando y andando, valoren mucho más el trayecto, sin preocuparse demasiado en el destino.

Thursday, January 11, 2007

Feliz Cumpleaños Agatha!

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Agatha es mi perrita labrador negrita, alguna vez bautizada Diosa de Ébano. Vino a colarse en nuestras vidas hace ya 3 años. Este 14 de Enero es su cumpleaños y es por eso que este post es para ella. Su feliz Cumpleaños adelantadito, pues el fin de semana andaremos full y seguramente no tendré tiempo de postear.

Agatha es juguetona, traviesa, inquieta y súper engreída. (su engreidota número 1: Guida). En ocasiones realmente me da flojera salir a caminar los 8Km que a veces caminamos con ella para dar la vuelta al pentagonito, pero ya en el camino, disfruto del paseo. De cuando en cuando me gusta fastidiarla como jugando (lo cual hace renegar a Guida), pero Agatha sabe bien que es juego, aunque por ratos se emociona tantito de más. Es bastante celosa y protectora, y con los enanos se lleva rebien. Al único que aun no pasa pero ni con agua es a Hugo. Pero bueno, ya se harán amigos eventualmente.

Creo que Guida a veces cree que no la quiero lo suficiente. El caso es que sí. Si adoro a mi negrita linda, y me gusta verla correr por su pelota, mientras sus orejotas vuelan, y esa lengua que toda la vida está al aire. Me gusta cuando se acerca a la puerta de la cocina cuando siente pasos, o como le gusta que le acaricie el lomo, como se inquieta cual cachorro a la hora de su comida, y como lucha por su pelota cuando se la quito. Me causa a veces estrés cuando ladra, pero más veces me causa ternura verla al lado de la puerta de vidrio cuando me hace guardia mientras trabajo en la computadora, como esperando que acabe y juguemos un rato. En fin, adoro a mi agathita linda, y espeor esté con nosotros por muchos más años. Ya pronto habrá agathitos jrs!!! Jaja

Este post es para ti Agatha que nos provocas tantas sonrisas y con tu incondicional cariño nos enseñas un poco de amor y fidelidad.

Wednesday, January 10, 2007

¡Qué lindas! ¿Son gemelas?

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Estas son mis sobrinas Ale y Mariana. Son lindas las enanas. Andan aburridas de que les pregunten si son mellizas o gemelas. A veces de juego a veces en serio. Cada una es especial en su única forma de ser. Son adorables y lindas las dos aunque sus personalidades y carácteres son muy distintos . . . más adelante colocaré fotos de mis demás sobrinos. Cuestión de que mis hermanas me pasen fotos . . .

Tu palabra es tu bien más valioso

Si hay algo que Guida odia casi tanto como la ineficiencia, es el incumplimiento. Cómo reniega cuando alguien dice que va a hacer algo y finalmente no lo hace. “¡Pero es su palabra!”, suele decir, “si digo que voy a hacer A, entonces hago A.” Y bueno, razón no le falta en absoluto y el problema es que la gran mayoría estamos acostumbrados a decir y no hacer. Es facilísimo decir cuando nos apremian. . uyyy . . ahorita . . ahorita lo hago . . o ¡mañana sin falta! Cuando realmente no tenemos la menor idea de si podrá ser así, o peor aun, cuando estamos segurísimos que mañana algo nuevo tendremos que decir para excusarnos. Nos gusta patear el problema. Lo peor es que no vemos que eso nos daña, perjudica nuestra imagen, nuestra credibilidad. Y todos deben saberlo, muchas veces no hay nada más vital que tu credibilidad. Lo de “Pedrito y el Lobo” no es solo una fábula, ¡es la purita verdad! No es tan difícil organizarnos, pero aun así no nos gusta hacerlo. Es triste que para los peruanos no nos sea extraño ver unas colotas en algunos sitios y enterarnos que es último día para tramitar tal documento o último día para tal otra cosa.

Guida hace unos días me decía, cuando pasábamos frente una caja de Ripley que tenía una propaganda que decía “Pague cero este mes”: “¿qué felicidad podría producirme el no pagar este mes? Acaso quiere decir que no voy a pagar? ¡Me lo van a cargar para el siguiente mes y con intereses!” Mi gorda es simple en ese sentido. Su filosofía es: Las obligaciones se cumplen en su momento, y si sé que no tendré, no me comprometo, y si hay alguna emergencia, entonces con antelación me acerco a conversar soluciones. No espero a que me busquen. En ese sentido se parece a mi padre, quien nunca en su vida, pudiendo tenerlas, ha tenido una sola tarjeta de crédito. Es enemigo de los créditos. Siempre dice, si quiero algo, verifico con mi bolsillo, si hay, bien, si no, para más adelante será. Pero no todos somos así. Nos gusta el crédito, el poder pagar algo ahora con la tarjetita, y ya luego nos preocuparemos de cómo pagarlo. Ahora se disfruta, después uno se preocupa. Esa pareciera ser la idea. Ahora me pongo a pensar que en mi vida he conocido a muchas personas con n tarjetas. Ripley Saga, Visa, Mastercard, Diners, American Express, Curacao, Carsa, Metro, Plaza Vea . . en fin . . . pareciera que es su hobbie coleccionar las tarjetas como figuritas. Y es más, si un mes no pueden pagar Saga, sacan de Ripley efectivo a cuotas, para ir y pagar Saga. Hace unos días me encontré en el banco con un amigo de infancia que estaba con su esposa haciendo trámites. Conversando, me cuenta que entre él y su esposa tienen 10 tarjetas. Y que estaban en el banco cerrando algunas, pues otro banco había comprado todas sus deudas. Otra manera de salvar la situación muy usada. Las entidades financieras conocen perfectamente de nuestras malas costumbres, por eso es que ofrecen todas estas alternativas de soluciones engañosas, o de patear el problema. Que en su momento se sienten como un alivio y como una formad e solucionar los problemas. Y que será asi para quien realmente decida corregir sus errores y dejar de recibir notificaciones de atraso casi a diario a su casa y por fin pagar todo. Pero no para quienes no se corrigen y al timepo viendose liberados de todos los apremios, vuelvan a la carga con endeudarse. Por eso es que si eres una persona que compra con su tarjeta a una cuota, y pagas siempre puntual, para el banco eres un apestado. Te respeta si, te dará mayores créditos, pero si mantienes esa política, no serás su público objetivo, pues aunque se cuiden mucho de los malos pagadores a la hora de dar créditos, lo que les conviene es que seas mal pagador, pero no tanto, lo suficiente como para atrasarte, te compren deudas, compres a 36 cuotas, aplaces pagos y termines pagando los 300 soles que te prestaron mas 500 de intereses, moras y gastos de cobranza. Es ahí cuando te conviertes en su engreído.

Debemos pensar antes de actuar para todo en la vida. A eso podemos completarlo con, debemos pensar, planear y luego actuar. Es difícil el proceso de cambiar, créanme, a mi me está costando horrores cambiar muchos defectos que tengo. Pero es gratificante ver los resultados, por muy frustrante que sea limpiar tu imagen con alguien a quien le hayas fallado y que sea reticente para volver a confiar en ti, en tu palabra o en tu calidad de trabajo. Que eso no te amilane, sé paciente. Todo lo que en la vida se hace con paciencia y perseverancia tiene su fruto y recompensa. No patees problemas, no asumas obligaciones que sabes que no podrás afrontar luego, por muy desesperado que estés. No es la idea no tomar créditos. (Dios sabe que no podré comprar mi casita sin un crédito) pero nunca asumas créditos imposibles de cumplir o que nada deba ocurrir para que todo esté en equilibrio. Nunca uno está libre de emergencias, accidentes y demás. Siempre hay que dejar campo a las emergencias. Olvídate del “si todo sale bien” o “si todo sale como planeado”. ¡Casi nunca pasa eso! Alguna vez me dijeron esto: “Nunca amenaces ni prometas algo que sabes que no podrás cumplir”. Me lo dijeron en un contexto de educación de los hijos, pero creo que se aplica a todo en la vida. Por que toma mucho tiempo crear confianza en los demás por nosotros, pero toma tan solo una sola acción para destruirla. Puedes tomar o no estos consejos que vienen te lo puedo asegurar de alguien que los va aprendiendo, a veces a la mala, de sus errores, (No me he olvidado de ti chino! ya arreglamos! jaja) y no de alguien que nunca los cometió.

Tuesday, January 09, 2007

Del amor y la vida

Hace no mucho escuchaba a una querida amiga entre lágrimas y desconsuelo, liberar muchas de sus angustias y frustraciones. Dicen que el amor duele, y hay un sólo amor que duele más que el no correspondido. El amor traicionado. Su historia es muy parecida a la que muchos han vivido, así que no vale la pena detallarla. El punto es que vamos por la vida creyendo en las famosas mentiritas blancas, vivimos y creemos realmente en la política del “amor que no ve, amor que no siente”. Muchas personas creen que el romper corazones y el que te lo rompan, es parte de la vida, como caerse de la bicicleta o coger la gripe. Muchos creemos que un “lo siento” siempre es suficiente, y cuando no lo parezca, es porque hace falta aderezarlo con tiempo. Mi amiga me preguntaba secándose por enésima vez las lágrimas: ¿qué demonios busca un hombre en una mujer? ¿Qué quiere? ¿Qué lo hace feliz y le hace desear darlo todo por una mujer? Lo primero que pensé fue que no hay una respuesta universal para esa pregunta. Diablos, millones se hacen esa misma pregunta acerca de las mujeres también y no veo un manual rondando la red. Cada hombre, así como también cada mujer, le dije, busca cosas diferentes. Desde lo más vanal, hasta lo más espiritual. No todos los hombres somos iguales, por ende no tenemos ni los mismos gustos ni las mismas aspiraciones, mucho menos aun, los mismos valores, ideales y principios. Así que quien comience diciéndote: Todos los hombres. . . Así son todos. . . Siempre es lo mismo con los hombres. . . tan solo dile: estas hablando sonseras. Son palabras peligrosas e irresponsables: siempre, todo, nunca. . . Recuerdo que un día una tía mía renegaba con mi tío y dijo, ¡todos los hombres son unos idiotas! Y mi abuelo medio sonriendo dijo casi susurrando: “No todos, algunos se quedan solteros”. Me hizo tanta gracia en su momento esa ocurrencia. Pero bueno, me demuestra que todo depende de las perspectivas. Mi abuelo vivió desengañado del amor. Un amor mal pagado como solía decir él. Mi tía probablemente a las pocas horas estaba ya acurrucada al lado de mi tío considerándolo el hombre más maravilloso. Así es el amor.

Yo he considerado siempre, tal vez por ser hombre, que la mayoría de hombres somos complicados en nuestra simplicidad. No le damos mil vueltas a las cosas, no nos fijamos en los detalles, las cosas que tomamos en cuenta son las dichas y escuchadas, no conocemos el concepto de “se sobreentiende”, para nosotros no hay nada tácito. Cuando una mujer está visiblemente deprimida o triste y su pareja le pregunta ¿te pasa algo? Lo más seguro es que responda: Nada. Acá viene lo interesante. Los hombres hacemos una de dos cosas, o tomamos esa respuesta como verdadera y seguimos con nuestra vida, o tomamos esa respuesta como falsa y nos frustramos y enojamos con ella, por pregonar el espíritu de conversar y compartir, para luego guardarse las cosas. Mientras tanto, las mujeres muy probablemente dieron esa respuesta por una de dos razones también. O bien consideran que él debiera saber por qué es que está así, y si no lo sabe, entonces no tiene ningún sentido decírselo, o bien porque la consideran una pregunta tonta, pues es obvio que tienen algo, por ende se acogen a la política de: “a una pregunta ridícula, una respuesta igual”. Y la verdad es que esto sucede mucho porque realmente nosotros no tenemos ese “sexto sentido” que dicen que tienen las mujeres. Ese que les hace entender y saber las cosas tan solo por los gestos o las miradas, sin necesidad de decirlas o escucharlas. Nosotros síi necesitamos muchas veces, sobretodo a lo que se refiere a sentimientos o apreciaciones, decirle sin decirlo a las mujeres: “A ver, como para bruto, explícamelo”.

Al final este no era un post para hablar sobre las diferencias entre hombres y mujeres, ni tampoco para hablar de amor. A decir verdad no sé cual es la intención. Me senté tan solo a escribir recordando a mi amiga y su situación. Me puse a pensar un poco en mi vida amorosa. Guida ha sido estupenda conmigo. Ha sido paciente. Ha sido una roca cuando necesitaba apoyarme. Ha sido blanda cuando necesitaba recostarme, repensar las cosas o descansar. Ha sido calida, cuando necesitaba refugio y ha sido amorosa incluso tal vez cuando yo no lo era. Es verdad que como buen hombre algunas veces le he hecho derramar amargas lágrimas, confundirla y cansarla. Pero también es verdad que nunca se dio por vencida, que nunca renunció a mí y que siempre confió en mí. Logrando así que yo confiara en mí. Podría decir que le debo mucho, pero la verdad es que cuando se ama no se cobra ni se debe, solo se da y se da. Eso me lo enseñó ella.

Mi más grande anhelo fue siempre el ser feliz. Desde niño lo que más quería para mi vida, era que fuera feliz. Y muchas veces se lo dije a ella. Y otras tantas ella me preguntaba: ¿y qué es lo que te haría feliz? Lo lógico habría sido que supiera la respuesta a esa pregunta. No la sabía. Hasta que un día dejo de preguntármelo. Y como buen hombre pensé, “ya no le importa”, “ya no le interesa mi felicidad”, “se aburrió”. Pero no, como ven soy simple, como buen hombre, y mis primeras respuestas fueron simples. Luego entendí que la razón era totalmente contraria a lo que creía. Ya lo sabía. Ya lo había entendido. Pero como buena mujer también, no planeaba decírmelo. Debía descubrirlo por mí mismo. No tenía sentido decírmelo.

Hoy lo he entendido. Y sé qué es lo que necesito para ser feliz. Sé qué es lo que me hace feliz. Y en esas voy. Y sé también que, para ser completamente feliz, debo también hacer feliz a mi mujer, porque un hombre jamás será feliz si su pareja no lo es. Así que trata de ser feliz y comienza por hacer felices a quienes te rodean y principalmente a tu pareja. No generalices nunca. Tenemos rasgos comunes que debes aprender a identificar tal vez, pero somos distintos en muchos niveles. Entrégate a tu relación y sé fuerte y persistente mientras lo merezca. Nunca consideres que es mucho esfuerzo o mucho sacrificio o mucha dedicación. Nunca es mucho. Solía antes creer que Guida esperaba o pedía mucho de mi. Finalmente me di cuenta que de ser así, igual vale la pena, porque ella vale mucho.

Wednesday, January 03, 2007

Refuerza tus destrezas

Muchas veces me pierdo en algunos sueños, pero más veces aun me pierdo en algunos recuerdos. Podrá pasar alguna vez tal vez que me sorprendan con una sonrisa en el rostro, y me lancen entonces esa clasiquísima frase que dice "el que solo se rie, de sus maldades se acuerda". Pero realmente distará mucho de ser ese el motivo de mi sonrisa. (Al menos la mayoría de las veces). Y es que probablemente sea el caso que ande perdido en alguno de mis tantos gratos recuerdos de niñez, que probablemente serán algunos de ellos temas de siguientes posts (ya que muchas cosas aprendi de niño). No planeo en estos posts describir o hablar especificamente de nadie de mi familia. Si toman costumbre de leer estos pequeños posts, iran conociéndolos de a pocos.
Una de las primeras cosas que aprendí en esta vida, se dio por el ejemplo mas no por la palabra. El amor y preocupación de mi padre por sus hijos. Es verdad que algunos errores cometió, pero bueno, es parte del ser padre, se cometen erroes, se tiene aciertos, y al final del día la balanza ha de inclinarse hacia el lado de los aciertos si es que fuiste un buen padre. En su caso creo yo que sencillamente los aciertos no sólo inclinaron sino que tumbaron hacia ese lado la balanza por el peso.
El motivo de este post es que estuve recordando hace unos minutos (ya pasa de la media noche) la ocasión en que gané un concurso de pintura. Estoy hablando de mis tiernos 7 u 8 años probablemente. Al enterarse mi padre, me felicitó y me entregó unos estilografos que tenía, para que los use. Anteriormente, cuando tendría unos 5 o 6 años me enseñó a sumar y restar. Aparentemente lo aprendí rapidamente, porque al poco tiempo ya me estaba tomando las tablas de multiplicar (las cuales tenía que saber "al dedillo" como él me decía, sino no había premio. Y así seguimos y seguimos hasta que volteaba Baldores en los veranos (como todas mis hermanas lo habían hecho antes) y la matemática se hizo un juego de niños en el colegio, y una destreza para mí. Por otro lado, mi primer contacto con la literatura se debió a que mi adorada madrina, para mi 6to cumpleaños me regaló una serie de cuentos ilustrados muy bonitos. Entre ellos, el que más me fascinó fue uno que se llamaba "Miguel Strogoff". Lo leía y releía, hasta que a los pocos días, mi padre se aparece tendiéndome un libro pequeño, auqnue algo grueso y verde y me dice, acostúmbrate a leer el libro de verdad y no los resúmenes. Algo me cautivó respecto a la idea, y lo leí. Me fascinó. ¡Quién mejor para darte la bienvenida al mundo de la literatura que Julio Verne! Desde aquella vez quedé fascinado con la lectura. Por cierto, aun conservo ese libro. 24 años después. Es uno de mis más preciados bienes. Ya en secundaria, en segundo o tercer año, no recuerdo bien, gané un concurso de redacción. Al día siguiente me regaló un block, y me dijo que debiera escribir en él de lo que quisiera y se me ocurriera, y perfeccionarme. Así lo hice cada vez que podía.
Nunca me gustaron mucho los concursos, es por eso tal vez que recién en 4to año de secundaria participé en mi primer concurso de matemáticas. Quedé en 11vo puesto a nivel distrital. ¡Una estadía en Puerto Azul fue el premio que obtuve! Lástima que no regalaban los pasajes para llegar allá; jamás fui. He aquí que viene mi más grande recuerdo con mi padre. Participé nuevamente en aquel concurso al siguiente año, mi padre nos acompañó al evento (participó también mi hermana Magali) y esperó con nostoros los resultados. Cuando me anunciaron como ganador corrió (como nunca lo había visto correr creo yo) con los brazos abiertos a abrazarme, emocionado y orgulloso el hombre. Yo estaba que ni me lo podía creer obviamente. El premio fue un pasaje Lima-Miami-Lima. ¡Esta vez me dieron los pasajes pero no la estadía! Que contrariedad, pero bueno, a este viaje si me fui. Si cuento este episodio de mi vida no es para elevar un tantito mi ego, sino por aquello que me dijo mi padre en esta oportunidad. Me dijo, hagas lo que hagas en la vida, logres lo que logres, obtengas lo que obtengas, no será ni para mi, ni para tu mamá. Será para ti y por ende tal vez en el futuro para la familia que formes. Para nosotros sólo es el orgullo de verte a ti y a tus hermanas (tengo 5) realizarse, lograr sus objetivos, triunfar en la vida, llegar más lejos que nosotros. Y no fue hasta hace poco, que la ingratitud recién me dejó ver, y juntar todos estos recuerdos, para darme cuenta que siemre estuvo ahi. Que siempre me estuvo impulsando a ser mejor. Que si bien es cierto se preocupaba como todo padre en que superara mis temores, que mejorara en aquello que no era bueno, se preocupaba más aun en que mejorara en aquello que era bueno. Cuido siempre de estar al tanto de aquello para lo cual eramos buenos, aquello para lo que tuvieramos aptitudes o disfrutaramos en hacer. Nos dio las herramientas necesarias para cuando tuvieramos que valernos por nosotros mismos.

El regalo más valioso que me dió mi padre fue mi educación, siempre lo he dicho. La mejor lección que me dio fue su ejemplo, porque como todo buen maestro, es un gran estudiante. Me enseñó el verdadero valor de las cosas, a perseverar y alcanzar, a no esperar que la manzana caiga en mis manos, sino hacer todo lo posible por alcanzarla, por cogerla con mis manos y arrancarla de la rama. Me enseñó, como hace poco me lo mencionó Guida, que allí donde no pueda llegar tu mano, debe llegar tu ingenio. Me enseñó sin decírmelo que no sólo debo limar mis asperezas, sino que debo con más ganas pulir y hacer brillar mis mejores areas. Y me enseñó lo que a veces olvidamos, aquello que es lo único que quieren nuestros padres y hasta eso les negamos. Quieren sentirse orgullosos, sólo eso. No para hinchar el pecho y decir . . ese es mi hijo . . yo lo hice solito . . sino para poder sabernos felices, realizados y encaminados. Decirse a ellos mismos, no al mundo, en silencio, casi en secreto, en sus corazones: Misión cumplida.

Wednesday, December 27, 2006

Carta a mi sobrina por llegar

Ya falta poco para que dejes esa pequeña burbuja protectora (tu universo hasta ahora) para reunirte con nosotros. Por alguna extraña razón me encuentro esperándote con ansias. No porque seas la primera, ¡vas a ser mi séptima sobrina!, ni porque quiera llenar algún vacío. Te espero porque vienes a ser parte de mi familia, porque vas a ser un pedacito de gente (como dice mi abuela), para quien todos nosotros seremos su mundo, su vida, sus guías en los primeros pasos. Llegarás a una familia poco aburrida te diré. Las cosas no siempre transcurren tranquilamente, los problemas y conflictos pueden parecerte en algún momento demasiado cotidianos, pero aprenderás con el tiempo, que son sólo momentos. Tu mamá es mi hermana, y si yo estoy con muchos deseos de ya verte, imagínate ella, soñando con tu color de ojos, de cabellos o tu sonrisa. ¿Sientes miedo en su corazón? Es normal. Ya te enseñará ella que no puede haber valor y coraje donde antes no hubo temor y angustia. Será ella la principal responsable por tu vida, crecimiento y educación. Créeme que eso conlleva mucho temor. Pero no te preocupes que lo hará bien. Es una mujer fuerte. Algo difícil de entender a veces de repente (ya lidiaras con ello) pero alguien en quien podrás apoyarte sin duda. Tienes una hermana, pero eso ya debes saberlo. La has escuchado ya muchas veces hablarte. Está ansiosa también por verte. Tienes unos abuelos espectaculares. Tu abuela es una llorona, llora de pena, llora de alegría, llora de cólera. . . probablemente la primera vez que la veas, notes lágrimas en sus ojos. Esas serán de alegría. Tu abuelo es un peluche dentro de una caja metálica, como esos regalos que ya conocerás. Puede parecerte al principio algo serio o distante, pero sonríele, y veras como no querrá luego soltarte ni dejarte, porque si de alguien has de aprender el significado de familia, es de él. Tus tías. Bueno iras conociendo a tus tías de a pocos, no hay nada que te pueda decir que te prepare para eso. En el fondo lo que más quiero decirte es que te quiero, que todos en tu familia te queremos y que siempre contaras con nosotros para todo. Y estaremos ahí en cada paso de tu vida, mientras papa lindo nos deje. Ya podré sentarme contigo, de acá a unos años de repente, para hablar sobre la vida; por ahora no tiene mucho sentido. Puedo enseñarte tanto a partir de mis errores. Yo aprendí mucho de ellos. Y lo último que te deseo es una vida exenta de ellos. Todo lo contrario, quiero que los cometas, con prudencia siempre, pero que al tomar tus decisiones cometas errores, y los reconozcas, y aprendas de ellos. Y reconoce también los errores de los demás, no para juzgarlos, sino más bien para entenderlos. Y no pienses nunca ni por un instante que fuiste un error. No lo eres. Eres lo más acertado que pudo haber hecho tu mamá. Vienes a cumplir una misión en esta vida, a completar muchas vidas, y eso jamás podrá ser una falla de cálculo. No eres algo imperdonable tampoco, eres todo lo contrario, alguien por quien eternamente estaremos agradecidos. No quiero la vida de otra manera, te quiero en ella. Así que ven pronto… que te esperamos.

La pregunta del millón ha de ser ¿cual es la lección aprendida? Respuesta sencilla. ¿Es que acaso hay lección de amor y unión más grande que la que nos da un nuevo miembro en la familia? Muchas veces esperamos a que los “problemas” o las “emergencias” nos unan. O peor aun, andamos tan distraídos que perdemos mucho tiempo viéndole lo malo a las situaciones, sin considerar que lo bueno es mucho más grande y hermoso. Esperamos una y otra vez sin aprender la lección para al final decir, “si lo hubiera visto así desde el inicio”, “si no hubiese perdido tanto tiempo con mi amargura”. Cuando sintamos que la amargura nos gana, cuando sintamos que el desconsuelo es nuestra primera reacción, sentémonos un instante a verle el lado amable (como decía chespirito) a la vida y a las situaciones que nos presenta. Andamos creídos que cuando llega un bebe al mundo estamos nosotros para enseñarle y ser sus maestros, sin embargo es él quien nos trae muchas veces una gran lección.